viernes, 31 de octubre de 2008

nota - sobre el progreso

Mientras que nuestra adorada reina sale en todas las portadas en un aparente de intento de hacer con que su marido termine como su hermano, en los Estados Unidos tiene lugar una pequeña revolución. Si en algún momento traté con cierta liviandad la campaña de Obama habrá sido no tanto por escepticismo (ante sus posturas y, también, sus oportunidades de victoria y de gobierno) como por cierta ceguera autoinducida en la que me olvidaba que hasta ayer el candidato demócrata no solo no podría llegar dónde ha llegado sino que sería sometido a un trato colonial en su propio Estado de nacimiento.

El abreojos de turno ha sido una entrevista a un militante comunista, negro, de 92 años, que no puede creer lo que está pasando hoy en su país.

Parece que al final va a resultar que la gente no es tan tonta (ni tan manipulable) como se dice.

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