Hacía años que no leía un periódico.
Sabía que cualquier día podría volver a toparse con los retazos en blanco y negro que anunciaban la victoria contra la conspiración en Praga.
No sabía si el reencuentro le produciría tristeza o indiferencia. Llegara a tal punto que ya no podía distinguirlas.
De alguna parte vino el grito que anunciaba la muerte del dictador. Se acabara; por fin.
Gimiendo, la ventana dio lugar a una mañana gris.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario