una yema candente
emblandece las chimineas grises
del trópico al norte del trópico
se arrastran las horas en un estupor de goma,
mosquitos, palmeras, informes,
olvidos y anhelos que erosionan las playas de los ojos
el metro suspira chirriante y, sudando la gota gorda,
abre paso a una noche sin sueños.
emblandece las chimineas grises
del trópico al norte del trópico
se arrastran las horas en un estupor de goma,
mosquitos, palmeras, informes,
olvidos y anhelos que erosionan las playas de los ojos
el metro suspira chirriante y, sudando la gota gorda,
abre paso a una noche sin sueños.
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