Caros (y abandonados) lectores imaginarios,
La idea de retomar el blog pasó por mi mente más de una vez (dos, de medirse por los posts) estos últimos años. Más frecuente ha sido el volver atrás y mirar con una cierta nostalgia, entre la melancolía y la condescendencia, estos arañazos literarios, retajos de una adolescencia tirados al basurero reticular durante mis años de licenciatura en Madrid.
La continuidad incierta de esta insegura bitácora, anunciada ya en los primeros tanteos, me parecía indeseable. Otro giro en la vida, otro país y otros adioses me empujan de vuelta al puerto seguro de mis viejas incongruencias.
Ya veremos hasta cuando.
1 comentario:
Bienvenido de vuelta a la bitácora, querido. Tus abandonados e invisibles lectores hemos intentado mantenerla limpia en tu ausencia :)
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