domingo, 12 de agosto de 2007

los pies

me duelen, también las piernas, los muslos, los gemelos, los hombros, et cetera.

Os escribo desde San Vicente de la Barquera, cuya avenida principal es la del Generalísimo y donde figura una placa a Primo de Rivera (el falangista, no el golpista) en la iglesia románica.

Por Cantabria es patente la especulación inmobiliaria y el completo descaso al Camino, mal señalizado y casi en su totalidad por carretera. Tocó dormir en un monte en Santander, d'entre otras historias que se compartirán en medio sangrías en Madrid...

Sigo creyendo que Santiago está justo más allá del horizonte, pero dicen las malas lenguas que quedan 500 tantos kilómetros.

Echo de menos a Guipúzcoa.
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¡Que se una el que quiera! En esta semana vendrán 4 más, y dicen por aquí que hay perros salvajes en los montes asturianos.

1 comentario:

Oruga Azul dijo...

¡Qué ganas de acompañaros! Yo llevaré mi cuaderno para hacer las crónicas pertinentes y luego ponerlas en el blog de forma similar al viaje de Ortigueira.